Lamento mucho la perdida de su querida Feliciana. Se cuanto se sufre cuando se pierde un ser querido. No se sientan solos, Dios esta cerca de los quebrantados de corazon y siempre se interesa por lo que nos pasa (Salmo 34:18, 1ra Pedro 5:7). No piense que El se llevo a Feliciana para el cielo, pues la verdad es que Dios no es el causante de la muerte ni del sufrimiento. Dios no se deleita con la muerte de nadie (Ezequiel 18:32). Todo lo contrario, Dios sufre tanto como nosotros nuestra perdida, pues su proposito es que vivamos para siempre. Por eso en su palabra la Biblia nos habla de la bella promesa de la Resurreccion y nos promete que limpiara toda lagrima de nuestro rostro y eliminara la muerte para siempre (Hechos 24:15, Revelacion 21:4). En momentos de profundo dolor las promesas de nuestro amoroso Padre Celestial son de mucho consuelo.